Niños ponen “orejas de burro” al abstencionismo

EL UNIVERSAL
Estaban uniformados, pero no eran acarreados. Todos alzaron la mano aunque no hubiera despensas de regalo. Aquí, la participación se sacó un 10 de “excelente” y el abstencionismo quedó reprobado y con “orejas de burro”.

A menos de una semana de que termine el ciclo escolar y a dos días de las elecciones intermedias en el país, la “urna volante” de EL UNIVERSAL se fue a la escuela para preguntar a los niños qué le pedirían a los políticos de México.

Las respuestas fueron sencillas, pero contundentes: “Que sean buenos y que cumplan sus promesas”, “que no vendan drogas afuera de la escuela”, “que haya más recreo”, “más viajes al extranjero”, “que los niños voten”, “que no hubiera más secuestros, por favor”, “que nos den más libros para estudiar”, “políticos, quiero que se compongan y que se porten bien con su mamá”.

Así, sin más, escribieron los alumnos de la escuela primaria pública ubicada afuera de la estación Balderas del Metro, que curiosamente lleva el nombre de Revolución.

A sus seis y siete años de edad, cuando las clases de civismo aún no aparecen en su currículum y lo que más les preocupa son las tablas de multiplicar, los pequeños expresaron frente a la “urna kids”, lo que entienden en esta época electoral.

“Quieren comprar nuestros votos con regalos”, dice una boleta seguida con una carita redonda y triste. Otra: “Trabajen en la ecología y no pelien (sic) con otros partidos”. Una más: “Yo pienso que los políticos son buenos, pero que cumplan con sus promesas”, ”Yo quiero que nos dieran (sic) más recreo y quiero más libros”.

Dos amiguitas, más soñadoras, crecieron su petición como si fuera una carta a los Reyes Magos: “yo quiero una casa con muebles bonitos y dinero”, dibujando billetes con el signo de pesos. Y aunque no corresponde a políticos sino a los directivos de ese plantel, los estudiantes aprovecharon “que arreglen los baños de la escuela” y dibujaron un retrete en el espacio que sobraba de la boleta.

A diferencia de “los grandes” que no piensan ir a votar, para los pequeños bastó que la urna llegara a la entrada del plantel y les mostrara la boleta en blanco y crayolas de colores. Una multitud de colitas de caballo, trenzas, lentes con correa, suéteres atados a la cintura y agujetas desamarradas, se acercó. “¿Me das una hoja?”, ”Yo también quiero votar”, “¿Me regalas otra para mi hermanito?”, “¿quién me presta una crayola morada?”, gritaban muchos a la vez, haciendo esfuerzos para mantener el equilibro con sus pesadas mochilas que llevan a cuestas como “el Pípila”. Las boletas fueron insuficientes. Pero como los pequeños no querían quedarse con las ganas de votar, las hojas de sus cuadernos fueron la siguiente opción. Hincados sobre la urna, recargados en el escalón, sentados de a chinito, sin soltar su frutsi ni sus chicharrones enchilados, en la secrecía de su voto o con trabajo en equipo Ana, Martha, Jenifer, Eduardo, Vanessa y Roberto colorearon sus pensamientos. Junto a la urna, un pequeño esperaba a su hermana mientras jugaba a que una crayola amarilla era un carrito de carreras. “Ruuuun, ruuunnn”, aceleraba el niño hasta que “el auto” se cayó al precipicio por la hendidura de la urna. El pequeño sólo alzó los hombros y soltó una carcajada. (Con información de Karina Suárez)

(SAENA SAYS: ASI DEBERÍA DE SER JEJE)

a principios de junio
me habia subido a la combi para llegar a mi fin escolar
en lo q dos hombres dialogaban acerca de las elecciones
1s- AAH! si con esto d ela influencia nos hicieron bien pendejos
2s- Ahora si nos kicieron asustar
1s- Le quieren a ver a uno la cara pero uno ya no e spendejo (osea si lo era jeje=
2s- yo por eso voy a votar por el partido menos popular para q tampoco gane y no se lleve mi voto aquel otro
1s- pues yo no creo, creo q yo lo anularé
(saena says in her mind: pues si ''vamos a regalares el dinero, al fin y al kbo pos no ganara no? burrotes'')
no es un país donde el pueblo hbale sinceramentee
aun que uno no es pendejo, mas bien, asi yo le hubiera corregido al señor
no es un pueblo tonto, pero la mayoria no pone las manitas pa la friega
quien debería claro está


SAENA